Al momento de escribir este artículo, el mercado de las criptomonedas estaba conformado por más de 15777 tokens,1 con una capitalización de $2.18 trillones de dólares americanos,2 valor representado exclusivamente en líneas de código almacenadas en la tecnología blockchain, y soportadas meramente en la confianza de los usuarios, los inversionistas y los especuladores. En este artículo quiero presentar un escenario posible y de gran utilidad para usar la tecnología blockchain como un medio para lograr el acceso, la disponibilidad y la distribución de recursos con el objetivo de desarrollar económicamente a comunidades pobres, y reducir la desigualdad.
La tecnología blockchain es un sistema de información donde se pueden registrar las transacciones de cualquier cosa, por ejemplo, la información de la cadena de suministro de carne de un supermercado, lo que le permite a cualquier cliente conocer el origen y engorde del alimento que está comprando, o registrar la propiedad de un bien inmueble sin tener que ir a una notaria y garantizando que la información no será modificada o eliminada en alguna de sus partes. Para el caso de las criptomonedas, son registros que indican tener la propiedad de un número de tokens que tienen un valor de mercado y que las personas pueden usar como medio de pago de bienes y servicios, inversión, activo refugio o para especular. Todo el valor que representan las criptomonedas, originalmente fue dinero que pasó del sistema tradicional a un Proveedor de Servicios de Activos Virtuales y se convirtió en un registro en la blockchain, que queda a nombre de la persona que compró cierta criptomoneda y este es identificable, inalterable ni eliminable.
Una de las ventajas de esta tecnología es que cualquier persona puede consultar esta “base de datos”, reduciendo costos de auditoría, se puede saber a dónde se están yendo los recursos, cuándo, cómo y las comisiones por las transacciones, dado que hay pocos intervinientes son bajas (en la mayoría de los casos) versus el sistema financiero tradicional. Y dentro de sus últimos avances, este sistema de información se puede conectar con otras bases de datos para consultar estados climáticos, valores de mercado de bienes como el oro, la cotización del dólar americano entre otros ejemplos.
Imagina el siguiente escenario, una familia rural que no tiene tierra y que desea cultivar alimentos. Ninguno de los miembros del hogar tiene acceso al crédito de la banca tradicional ni ningún activo contemplado como colateral para un préstamo ¿qué pasará con esta familia en términos de ingreso y de desarrollo? Ahora piensa en que existe una comunidad cibernética conformada por personas reales de diferentes lugares del mundo, que, a través de crowdfunding,3 tienen el interés de usar sus recursos para adquirir alimentos pero no tienen el tiempo ni el conocimiento ni la experiencia para hacerlo. Esta comunidad no conoce al campesino de esta historia, pero sabe que existen personas que como él requieren crédito.
Es aquí donde los desarrollos tecnológicos como la blockchain cobran utilidad para nuestro propósito. El primer tema por resolver es el acceso. Cómo se conocerán la familia campesina y la comunidad cibernética; se requiere que el primero conozca de alternativas de financiación (publicidad) y tenga internet (acceso) para buscar estas alternativas FINTECH4 solidarias, y diligencie un formulario con información a la que tendrá acceso toda la comunidad cibernética y cuyo registro será inmutable.
Esta información es clave pues revelará las intenciones de la familia de producir alimentos, registrará el lugar donde se cultivará (información georreferenciada), el clima (oráculos climáticos), las condiciones técnicas para su cultivo (capacidades de la familia productora), entre otros aspectos clave. La validación de esta información se hará de modo automático a través de la blockchain, y cada uno de los datos recolectados quedarán almacenados allí.
Luego de ello, la siguiente barrera será la confianza. Cómo podrá asignar los recursos la comunidad cibernética, que solo desea usarlos para la producción de alimentos, mitigando riesgos como las asimetrías de información y el riesgo moral. Para ello, se requiere que la familia de nuestra historia haga parte de la comunidad, y como miembro comparta de manera conjunta el esfuerzo de su trabajo y el de su familia a cambio del préstamo que requiere para su proyecto de cultivo de alimentos.
Para entender cómo puede existir la confianza entre personas que no se conocen, puede tomarse la experiencia de micro prestamos comunitarios en Bangladesh impulsado por Muhammad Yunus (Muhammad Yunus, 2006), donde como en nuestra historia, no había colaterales, los beneficiarios eran pobres y quien los respaldaba eran sus propios vecinos.
De hecho, como se mencionaba antes, miles de millones de dólares se mueven de una billetera virtual a otra, bajo la única premisa de confiar en que la información representa valor, tiene propiedad, es inmodificable ni eliminable.
En este caso particular, la familia campesina y la comunidad cibernética deben acordar un interés común, la producción de alimentos, qué producirán y qué pasará con la cosecha. Para ello, la comunidad cibernética puede asegurarse la propiedad de la cosecha, y a su vez la familia accede tanto al crédito como a parte del fruto de su esfuerzo. Básicamente, se estima la producción, se representa en un contrato inteligente que tendrá toda la información previa, y que expresará la cosecha como tokens cuyo valor incluye todos los costos de producción junto con la ganancia esperada.
La producción de alimentos tiene ciclos naturales a considerar para los desembolsos de la comunidad cibernética a la familia campesina y la distribución de la cosecha para la comunidad. Todas estas transacciones se realizarán a través de contratos inteligentes alojados en la blockchain reduciendo gastos administrativos y logísticos, tiempos y facilitando la información entre todos los miembros.
Durante toda esta historia hay varias rondas de construcción de confianza que implican registros en la blockchain que son transparentes, inmodificables, descentralizados y de bajo costo para todos los intervinientes, y por supuesto desembolsos. Y para que cada ronda opere se requiere unos mínimos de infraestructura pública como la red de internet tanto en las zonas urbanas como en las rurales, para poder coleccionar, enviar y analizar la información que suministran todos los intervinientes, sobre todo en los países tercermundistas donde la penetración de la web es baja, y aún se percibe como un privilegio.
Por otra parte, el uso de la blockchain para la distribución de micro préstamos, el fomento del desarrollo agrícola y la construcción de economías colaborativas operativiza la idea de las capacidades de Amartya Sen. Al cambiar el enfoque económico tradicional sobre cómo maximizar el producto hacia cuáles son las necesidades básicas, y enfocarse más en las personas, y es justo lo que ahora requiere la tecnología, un enfoque humano.
Sin embargo, estas dinámicas novedosas y alternativas deberán ser propiciadas por los diversos proyectos comunitarios existentes, pues son propias de las economías colaborativas y no del mercado capitalista. Son los llamados a promover y financiar diferentes tipos de ejercicios piloto de adopción tecnológica como la blockchain, donde podrán usarla en temas como micro prestamos, propiedad colectiva a través de la tokenización de activos, administración de bienes comunes, redes logísticas de distribución de bienes, etc.
La tecnología permite el desarrollo del potencial humano, mediante incentivos que llevan a la familia de nuestra historia a formar parte de una comunidad, proveer información cierta (construcción de confianza), recibir fondos para la producción de alimentos (aporte de la comunidad) y obtener un beneficio (financiamiento y compra de la cosecha), lo que no podría ocurrir si no existe un cambio de modelo en el uso de la tecnología o un uso alternativo.
Las herramientas están disponibles, las necesidades son apremiantes y solo se requiere comenzar.
1 Tomado de https://coin360.com/
2 Tomado de https://coinmarketcap.com/
3 El crowdfunding es un modelo de financiación colectiva que permite a individuos, empresas u organizaciones recaudar fondos para sus proyectos, productos o causas a través de contribuciones financieras de un gran número de personas, generalmente a través de plataformas en línea especializadas. En lugar de depender de un solo inversor o prestamista, el proyecto o iniciativa recibe apoyo de una «multitud» de personas, cada una contribuyendo con una cantidad relativamente pequeña de dinero. (ChatGPT 3.5)
4 Término procedente de las palabras en inglés Finance and Technology, hace referencia a todas aquellas actividades que impliquen el empleo de la innovación y los desarrollos tecnológicos para el diseño, oferta y prestación de productos y servicios financieros (Comisión Nacional del Mercado de Valores de España)
Emprendimiento Colectivo ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons.
*Esta entrada ha sido realizada en el marco del proyecto: “Escuela de Activismo en Economía Social», financiado por la Consejería de Empleo, Empresa y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía»