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Para matizar estas palabras, es necesario primero situar nuestra iniciativa. amasce es una cooperativa de arquitectos dedicada al diseño, fabricación y conceptualización estratégica del espacio, entre cuyas líneas de actividad se encuentran la activación de espacios y la definición de eventos para el fomento del arte, el diseño y la arquitectura.

Vista la teoría, vamos a la práctica; aquella que casi nadie cuenta y que parece que todo el mundo evita. Como estudio de arquitectura, en el que convivimos varios socios y colaboradores en forma de cooperativa de trabajo, debemos tener muy presente la sostenibilidad económica de las iniciativas y, por tanto, del equipo de personas que lo componen. Nuevas iniciativas pueden ser el germen de nuevas líneas de negocio, y como tales deben ser tratadas. Más allá del deseo personal y la intuición profesional, FIDES EMPRENDE nos ha proporcionado las herramientas necesarias para emprender de manera profesional, desde estrategias para poder conceptualizar la idea (análisis del macro y micro entorno, definición de la historia de cliente, etc.), hasta metodologías para definir el modelo de negocio (entrevistas, matriz dafo, matriz eric, canvas, etc.).

Podríamos centrarnos en aspectos concretos que cualquier proyecto debe tener en cuenta: el cliente es lo primero, la escalabilidad del negocio, la programación de los hitos más importantes, etc. No obstante, más allá de estas cuestiones hay que tener también en cuenta la situación personal y el compromiso de los miembros del equipo, su grado de interés e implicación en el proyecto, etc. Si bien la puesta en marcha de cualquier iniciativa es un camino arduo, hacerlo en paralelo al desarrollo profesional de un estudio de arquitectura es, al menos para nosotros, mucho más complejo. Esto se debe principalmente a que a las dificultades en el inicio de cualquier proyecto se suma la necesaria conciliación con el día a día laboral; es decir, no podemos “parar la maquinaria” para centrarnos en el nuevo proyecto, sino que debemos compaginarlo con otros trabajos, la atención de los clientes, las fechas de entrega ya comprometidas, y por su puesto, no perder la identidad, sino mantener una coherencia entre el equipo y su desarrollo profesional.

Esta ha sido para nosotros la cuestión clave en nuestro paso por la Escuela de Economía Social. Por un lado, la investigación sobre un nuevo proyecto ha puesto de manifiesto la necesidad de trabajar antes en el equipo, la comunicación, la estructura de trabajo; y por otro, una vez enfocada nuestra identidad, trabajar en el encaje del nuevo proyecto en el ADN del estudio, de manera que cualquier persona que contacte con amasce, sepa reconocer una línea de pensamiento, una forma de trabajar, y un equipo cohesionado y contento con su trabajo.

 

 

Esta entrada ha sido realizada en el marco del proyecto:
“Apoyo y acompañamiento para la creación y fortalecimiento de empresas de Economía Social”
financiado por la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.

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