El aumento de la migración internacional y la diversificación de sus causas, consecuencias, orígenes y destinos presenta desafíos para los países de origen, de tránsito y de destino, así como para las poblaciones migrantes y desplazadas. ¿Cuál pude ser el papel de la economía social y solidaria para afrontar los desafíos que plantea la migración internacional?
La migración internacional ha aumentado vertiginosamente en los últimos años. (OIM, 2020) La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima en 281 millones los migrantes internacionales en 2020, cuando la cifra mundial fue de 272 millones al cierre 2019. Ello, a su vez, significa un incremento con respecto a los 258 millones en 2018 y mucho más con relación a los 150 millones en el 2000. Es evidente que continúa una clara tendencia al aumento y se espera supere los estimados para 2050.
Este movimiento de población a nivel global es un proceso complejo que responde a una diversidad de condicionantes histórico sociales concretas. Es multicausal, tiene diferentes efectos y entraña costos individuales y colectivos en todos los territorios involucrados, es decir, para las sociedades de origen y destino y para los propios migrantes. Entre sus muchos determinantes –personales, familiares, culturales, demográficos, profesionales, políticos, climáticos, coyunturales-, resaltan las diferentes dimensiones económicas, como son el empleo, el turismo, la inversión y comercio, la colaboración y las remesas.
La migración internacional representa un desafío para la economía social y solidaria (ESS) y sus actores, tanto en los países de origen como en los de destino. Las instituciones de la ESS tienen un importante papel que jugar en proteger el derecho a migrar, y a no migrar, en los países emisores, y en atender a las necesidades y ayudar a encaminar a los migrantes en los países de destino.
Históricamente, la teoría resume la migración global en: migración forzada, migración laboral y migración familiar. La migración forzada es involuntaria, e incluye los migrantes ambientales producto del cambio climático, los desplazados por guerras y conflictos donde las personas se ven forzadas a dejar su tierra natal. Hay numerosas formas de migración laboral: temporal, permanente y circular, calificada y no calificada, documentada o indocumentada. La mayoría de las personas que emigran lo hacen por motivos laborales, es esencialmente económica y se mueven con el fin de ampliar sus oportunidades y mejorar sus vidas; al migrar llevan consigo sus habilidades que contribuyen al desarrollo económico de los países receptores y, al preservar sus contactos familiares y sociales enviando remesas, pueden contribuir al desarrollo de su país de origen.
La migración familiar es complemento de la migración laboral, pero también de la forzada, en tanto sucede que los miembros de la familia migran juntos o se reúnen en el nuevo país de residencia. Como incluye dependientes que no están destinados al mercado laboral puede redundar en costos sociales y financieros que requieren políticas sensibles y programas de enfoque tanto para países receptores como emisores de migrantes. (Van Kessel, 2001)
La vulnerabilidad económica constituye un factor impulsor de la migración, frecuentemente acompaña a los migrantes en el tránsito y es común entre los inmigrantes en los países de destino. La economía social y solidaria puede mitigar dichos efectos. La ESS, una economía por y para las personas, permite apoyar a los más vulnerables: emigrantes, inmigrantes, familias, comunidades, mediante sus actores: cooperativas, mutuales, fundaciones y empresas sociales. En la práctica, los actores de la ESS de diferentes países ajustan su enfoque en función de los principales grupos migratorios en sus territorios y sus necesidades.
Creación de empleo y defensa de los derechos laborales, desarrollo sostenible y dinamización del medio rural, responsabilidad medioambiental y compromiso social… las cooperativas representan como ninguna otra forma de propiedad los principios y valores de la Economía Solidaria (economíasolidaria.org, 2023). En nuestra investigación conocimos de cooperativas PARA migrantes, cooperativas CON migrantes y cooperativas POR migrantes. Ante el influjo de migrantes, organizaciones existentes incorporan a migrantes o se orientan hacia la migración internacional y adaptan sus formas de trabajo, mientras que surgen otras de y para migrantes. En particular, se evidencia la participación de los actores de la economía social en relación con la recepción de migrantes internacionales, en países de América y Europa.
La ESS ayuda a disminuir la carga para el Estado de atender a los inmigrantes en el país de destino e incide en la disminución del rechazo y la discriminación. El influjo de inmigrantes crea una fuerte presión sobre los servicios públicos y las finanzas de las localidades, mientras que la ESS puede paliar en parte esos efectos, movilizando recursos comunitarios, privados y sociales para complementar el trabajo de los gobiernos. Ello también ayuda a disminuir los sentimientos de rechazo y la discriminación que se generan por la llegada de personas de diferentes culturas, idiomas y costumbres a las dominantes.
La ESS en países de origen ayudan a reducir las presiones económicas y fortalecer sentimientos de pertenencia a la localidad para posibles migrantes. Con un mayor conocimiento del potencial migratorio del territorio, las organizaciones de la ESS pueden orientar su trabajo para darle cabida y mejorar la calidad de vida de posibles migrantes y sus familias, atendiendo a las necesidades que más los impulsan a emigrar.
Los posibles impactos de la ESS sobre la migración internacional incluyen la satisfacción de necesidades de los inmigrantes asociadas a nuevas formas económicas articuladas por la ESS en países receptores. Permite trazar estrategias de realización de proyectos personales y colectivos, acceder a nuevos empleos, crear sistemas de cuidados saludables para las familiares vulnerables y recuperar los vínculos nacionales y transnacionales con sus familias y comunidades de origen.
Emprendimiento Colectivo ha publicado este artículo con el permiso de la autor mediante una licencia de Creative Commons.
