El próximo jueves 30 de septiembre, en la Escuela de Economía Social, tendremos una oportunidad valiosa de explorar la colaboración desde dos perspectivas diferentes e interdependientes: las emociones y las estrategias organizativas.
Con Julen Iturbe, consultor artesano, profesor e investigador (además de apasionado de bicicleta) exploraremos los principios de la filosofía “abierta” aplicados a las organizaciones de economía social.
Sostiene Julen que «Una empresa abierta es aquella que ha diluido sus fronteras con la sociedad en general y con ciertas comunidades en particular»1 buscando un propósito más allá de generar riqueza económica. Un elemento que resuena mucho con los valores y principios cooperativos.
Uno de los aspectos más interesante de las organizaciones abierta es su forma de compartir el conocimiento, su “materia prima” básica. En lugar que protegerlo, las organizaciones abiertas se dedican a ponerlo a disposición, intercambiarlo, multiplicarlo, modificarlo para que sea cada vez más un “bien común” que permite a la comunidad alcanzar mayor bienestar.
Otro aspecto investigado por Julen es la tensión existente entre lo individual y lo colectivo. Así, las organizaciones abiertas se configuran como contenedores de proyectos personales que para desplegarse necesitan de un marco colectivo y complementario de competencias, recursos y visiones. Sostiene Julen Iturbe que «La energía que mueve a la empresa abierta es la diversidad»1, y que «El diálogo entre lo personal y lo colectivo es, no obstante, tenso»2.
¿Cuáles son entonces las claves para hacer de las organizaciones en las que participamos unas organizaciones más abiertas? Esta será una de las cuestiones que trataremos de resolver en este taller.
Y es en el marco de la tensión entre lo individual y lo colectivo, donde David Barreda tratará de aportar ideas para una gestión más efectiva y sostenible de este dilema. David es facilitador de experiencias de aprendizaje y experto de inteligencia emocional (además de apasionado de cocina), y lleva años explorando la dimensión emocional de la colaboración y las estrategias para una buena gestión emocional colectiva.
Queda claro que muchas de las paradojas y dilemas que genera una organización abierta son reconducibles a la esfera emocional de las personas que las integran. No es suficiente ser conscientes de los resultados positivos de una colaboración abierta y diseñar buenas estrategias para lograrlos: nuestras emociones pueden ser nuestras mejores aliadas o nuestras peores enemigas.
¿Qué miedos nos frenan a la hora de colaborar? ¿Qué obstáculos encontramos dentro de nosotros mismos a la hora de abrirnos y, por lo tanto, exponernos? ¿Cómo incluimos lo individual dentro de lo colectivo, para evitar diluirnos en el “grupo” y sin dejar de ser jugadores de equipo?
Con la guía de David trataremos de identificar cuáles son las variables emocionales que inciden en los procesos colaborativos y qué respuestas podemos generar para una gestión saludable del diálogo entre lo individual y lo colectivo, favoreciendo la apertura y la conexión sostenible de las organizaciones.
Te esperamos el jueves 30 de septiembre en la Academia de Emprendimiento en la Escuela de Economía Social en Osuna (Sevilla).
La entrada es gratuita pero las plazas son limitadas. Si quieres reservar la tuya sigue este enlace.
1 Fuente; Empresa abierta en diez punto, Julen Iturbe-Ormaetxe
2 Fuente: Economía Abierta 20+20, EOI, puedes acceder a la conclusiones pinchando este enlace
Esta entrada ha sido realizada en el marco del proyecto: “Jornadas de networking, capacitación y cooperación para el sistema de emprendimiento en Economía Social» financiado por la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.
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