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El emprendimiento se ha convertido en una palabra cargada de épica. El modo en que se narra sigue estando mayoritariamente condicionado por una visión muy concreta: la del universo startup, las rondas de inversión, la escalabilidad inmediata, las métricas de crecimiento y las aceleradoras como puerta de entrada al éxito.

Este relato dominante está construido sobre valores muchas veces asociados a lo masculino: la conquista de mercado, la expansión, la lógica competitiva y la acumulación de capital como medida principal del valor de un proyecto. En ese itinerario simbólico, emprender es levantar financiación, crecer rápido y aspirar a convertirse en un unicornio (startups valoradas en más de 1.000 millones de dólares). En este contexto, se mide la ambición por la capacidad de atraer capital y no por la capacidad de transformar la vida.

Muchas mujeres que emprenden no se reconocen en ese modelo. No porque carezcan de iniciativa o visión, sino porque emprenden desde otras lógicas: la sostenibilidad del proyecto en equilibrio con la vida personal, la autonomía como valor político, la generación de impacto social o comunitario, el cuidado de los equipos y el compromiso con el entorno. Su forma de emprender no busca conquistar un mercado, sino sostener un territorio, una comunidad y una forma digna de vivir.

Presentación del Informe GEM Mujeres y Emprendimiento en España 2023-2024

El último informe GEM Mujeres y Emprendimiento en España 2023 -2024, elaborado por el Observatorio del Emprendimiento de España con el apoyo del Instituto de las Mujeres y presentado este pasado mes de septiembre, aporta datos interesantes.

Presentación del informe Mujeres y Emprendimiento en España, el 11 de septiembre de 2025, en Madrid

El informe confirma que las mujeres desean emprender en la misma proporción que los hombres: un 9,0% de ellas declara intención de emprender frente al 9,2% de ellos. Sin embargo, esa voluntad no se convierte en proyectos reales con la misma facilidad: solo un 6,1% de mujeres tiene un negocio en marcha reciente, frente al 7,5% de los hombres. Además, la mayoría de las mujeres que emprenden lo hacen desde posiciones económicas más frágiles: casi la mitad de las emprendedoras con intención de crear un negocio pertenece a los tramos de menor renta (42,8%), mientras que en los hombres la mayoría se concentra en el tramo de mayores ingresos.

El 50 % de las empresas fundadas por mujeres comienza con un capital semilla por encima de los 12.000 euros, mientras que el otro 50 % se encuentra por debajo de este umbral, lo que sitúa esa cifra como mediana real de acceso al capital. En el caso de los hombres, la mediana alcanza los 15.000 euros, una cantidad ligeramente superior, pero la media del capital semilla declarado asciende a 227.794 euros, lo que indica que una parte de los proyectos masculinos cuenta con mucha mayor capacidad de inversión inicial. Esta diferencia —entre una media masculina muy elevada y una mediana apenas superior a la femenina— revela que solo una minoría de hombres accede a grandes inyecciones de capital, pero, aun así, ellos parten en términos generales con más recursos que las mujeres para iniciar una actividad emprendedora. Todo esto se agrava por una brecha de confianza: solo el 47,5% de las mujeres considera que tiene las habilidades necesarias para emprender, frente al 58,4% de los hombres, y más de la mitad de ellas declara sentir miedo al fracaso.

El informe también aporta datos que muestran que la manera de emprender de las mujeres introduce una lógica distinta al modelo dominante. Mientras un 62% de las mujeres declara que emprende para ganarse la vida ante la falta de alternativas laborales, muchas de ellas sitúan también el propósito social como motor: un 38,2% afirma que lo hace para marcar una diferencia en el mundo, frente al 37,3% de los hombres, que se inclinan más por la creación de riqueza. Esta diferencia se traduce en la gestión del proyecto: el 62,8% de las emprendedoras tiene en cuenta el impacto social y ambiental en sus decisiones, superando a los hombres, y casi la mitad (46,9%) llega incluso a priorizarlo por encima del beneficio económico inmediato. Sin embargo, esta apuesta por la sostenibilidad y el impacto se desarrolla en un contexto poco favorable: el 87,9% de los proyectos liderados por mujeres se concentra en el sector servicios, con poca presencia en sectores industriales, tecnológicos o primarios, donde se reconoce más valor económico y se canaliza mayor inversión.

Presentación del informe Mujeres y Emprendimiento en España, el 11 de septiembre de 2025, en Madrid

Presentación del informe Mujeres y Emprendimiento en España, el 11 de septiembre de 2025, en Madrid

Las mujeres emprenden y crean valor, pero muchas veces lo hacen desde espacios invisibilizados donde el valor no siempre entra en las métricas oficiales de éxito. Ante este escenario, urge reconocer que hay otras formas de emprender que merecen legitimidad: proyectos que no buscan ser unicornios, que no se miden solo por su escalabilidad sino por su capacidad de generar bienestar y autonomía. Para que esa transformación sea posible, no basta con visibilizar casos de éxito excepcionales y masculinos, los que encajan en la narrativa heroica del emprendimiento. Se necesitan también historias que expliquen cómo se empieza, qué obstáculos se encuentran, qué apoyos faltan y qué alianzas se construyen. Referentes femeninos reales, diversos, que permitan a otras mujeres imaginar sus propios recorridos sin tener que replicar modelos ajenos. Sin nuevos relatos, muchas mujeres seguirán emprendiendo en soledad, sin conocer a otras que, antes que ellas, ya abrieron el camino.

El emprendimiento femenino no necesita encajar a la fuerza en el modelo dominante. Lo que se necesita es ensanchar la definición de emprendimiento: reconocer también aquellas iniciativas que surgen para garantizar autonomía, generar impacto social, acompañar procesos comunitarios o introducir cuidados en la economía. Nombrar estas formas de emprender no es solo una cuestión de reconocimiento simbólico. Es una apuesta por ampliar el imaginario económico.

Cartel de la presentación del informe Mujeres y Emprendimiento en España 2023-2024


Emprendimiento Colectivo ha publicado este artículo con el permiso de su autor mediante una licencia de Creative Commons.

Imagen de publicación: marco-de-vista-superior-de-graficos-de-economia Freepik

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