Frente a la caída de otros modelos centrados en el capital, el consumo indiscriminado y el individualismo.
Durante muchos años hemos vivido sumergidos en modelos económicos que han promovido el individualismo, el consumo compulsivo atado a una imagen socialmente impuesta como “la correcta, la mejor o la única que posicionaba a las personas en un lugar preferente”, y que han dado como resultado la creación de polos excluyentes y de grupos poblacionales que se han sumergido en la pobreza y en la falta de oportunidades.
Estas “formas” de vivir han traído consecuencias. La más grave es que ha dejado personas sin posibilidad para acceder a un empleo de calidad que han ido convirtiendo una situación temporal de falta de recursos en crónicas y en círculos de pobreza, y se han concentrado en barrios del extrarradio de las ciudades sobreviviendo en la economía sumergida y de subsidios que a largo plazo no dan soluciones reales a las situaciones que atraviesan.
«Durante muchos años hemos vivido sumergidos en modelos económicos que han promovido el individualismo, el consumo compulsivo atado a una imagen socialmente impuesta como “la correcta…»
Ana Catalina Verona
Y Linares, la ciudad donde vivo hace casi 29 años es una clara muestra de cómo un pueblo lucha contra la adversidad y enfrenta una situación contextual muy negativa por la salida de varias empresas. Una situación caracterizada para muchas familias por la falta de recursos para poder pagar una vivienda digna, para poder comer con libertad, para poder afrontar apoyo escolar para la población infantil que lo necesita, para poder participar en cursos de formación y poderse mantener mientras duran, llegando incluso a demandar ropa o muebles para el hogar. Una situación extremadamente dura para muchas personas, con muchas capacidades y competencias para trabajar y que al no haber oportunidades de empleo se ven imposibilitados para satisfacer sus necesidades más esenciales.
En este contexto desarrollo mi labor profesional, en el marco de proyectos y actuaciones para buscar soluciones a estos sectores poblacionales desde un marco de valores y principios que caracterizan a la Economía Social y que me han permitido ofrecer apoyo para que las personas que atiendo hayan podido emerger de la economía sumergida, u ofrecer una solución a emprendimientos arraigados al territorio y que desmitifican el “modelo capitalista” centrado en el dinero para pasar a un modelo “centrado en las personas”.
La “Dinamización territorial” como un modelo de intervención en los barrios más vulnerables ha sido mi guía y mi dirección, y he podido vivir en primera persona como se sentaban las bases en varios territorios para poder hacer acompañamientos más integrales y posibilitar el emprendimiento colectivo, entre otras respuestas, como una opción válida para la inserción social y laboral.
Un aspecto esencial de mi actuación cuando llegaba a un territorio era el realizar un estudio exhaustivo de valoración de sus potencialidades y limitaciones, y a la vez, acompañar a las personas en su búsqueda de empleo y en sus procesos de toma de decisiones en los que la salida final podía ser a través del emprendimiento colectivo, o el individual con un marcado matiz de responsabilidad social corporativa.
Una de las metas que nunca puedo dejar de lado es evitar que se siga produciendo un éxodo poblacional, especialmente juvenil con la fuga de talento que éste conlleva, lo que implica tener un conocimiento profundo de las necesidades propias del territorio y posibles yacimientos de empleo que podrían ser la clave para emprender y para quedarse en sus ciudades y pueblos apoyando el desarrollo económico y previniendo la despoblación.
El modelo de dinamización que caracteriza las intervenciones que realizo en los territorios en los que intervengo, y se basa en los principios y valores de la Economía Social, se caracteriza por:
- La persona está en el centro de los itinerarios trabajando su objetivo profesional y su posicionamiento frente al acceso al empleo.
- El enfoque está en el desarrollo de competencias, habilidades y destrezas de forma colaborativa (para una visión colectiva) y utilizando procesos de digitalización.
- La creación de un banco colectivo de recursos a partir de las propias personas participantes en los itinerarios de inserción para conseguir un impacto positivo con perspectiva comunitaria.
- La promoción del trabajo en red e inter-cooperación entre las diferentes organizaciones y agentes sociales que suman recursos en los territorios para optimizarlos y que lleguen a la mayoría de las personas que lo necesitan.
- La sensibilización y transmisión del modelo del emprendimiento colectivo como una salida a la economía sumergida, a la caída o quiebra de empresas con modelos tradicionales y a los emprendimientos con fuerte arraigo local.
- El conocimiento sobre las posibilidades de luchar contra la exclusión financiera a través de las finanzas éticas.
- El sistematizar experiencias con la finalidad de seguir enriqueciendo este modelo estableciendo un perfil profesional idóneo para intervenir en este tipo de territorios.
Se trata de trabajar en las zonas con más dificultades con una mirada colectiva y de compromiso, implicación. Además de tener el convencimiento de ser “un recurso que suma y que da integralidad y complementariedad” en las zonas y para las personas y las organizaciones. La dinamización se convierte así en un modelo con pasos, procedimientos y herramientas efectivas, y diferenciado porque lo guía un enfoque humano, sostenible y con perspectiva de género que es propio de la Economía Social. Cada proyecto en el que he participado ha sido un recurso que se ha incorporado al entramado territorial para aportar metodología y formas de hacer de acuerdo a las necesidades encontradas en las personas usuarias y respondiendo de forma efectiva, real y evitando duplicidades.
«La dinamización se convierte así en un modelo con pasos, procedimientos y herramientas efectivas, y diferenciado porque lo guía un enfoque humano, sostenible y con perspectiva de género que es propio de la Economía Social»
Ana Catalina Verona
Mi experiencia me indica también que una clave de éxito es el compartir y cooperar con otras entidades ya que esto favorece el intercambio de buenas prácticas que nos ayudan a los equipos profesionales en los que participo a adquirir nuevos conocimientos y “formas de ser y de hacer”, transmisibles a otras zonas y territorios que padecen problemáticas similares.
Por último, creo que otra de las claves es trabajar desde una perspectiva de innovación social y sistematizando experiencias para generar conocimientos micro sociales en un ciclo interminable de aportes e impactos positivos en la mejora de la calidad de vida de las personas, así como en su transmisión participando en actividades divulgativas.
Imagen: Mural autoría de Boskka. Foto: Festival 23700 Arte Urbano Linares.
Emprendimiento Colectivo ha publicado este artículo con el permiso de su autora mediante una licencia de Creative Commons.