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El sistema social y económico con el que hemos crecido muchas personas ha condicionado nuestros pensamientos y conductas con un único objetivo: ser útiles. ¿Ser útiles? ¿a quién? ¿a la industria? ¿al Estado? …perdón ¿a la patria? Ser útiles como utensilios, como instrumentos no pensantes y desechables cuando las circunstancias así lo requieran. ¿Exagero? Hemos sido moldeados para pensar en nosotros individualmente por encima del colectivo, para polarizar nuestras posiciones en la creencia de que la suma de los intereses individuales genera bienestar social.

Por suerte, los modelos no son perfectos y muchos de los inputs que reciben no producen el output adecuado o, mejor dicho, el esperado.

Así, cada vez más, encontramos un enjambre de emprendedoras y emprendedores que han decidido, con firmeza, transformar el mundo. La escuela de Economía Social es uno de los lugares y tiempos en los que nos encontramos. Colectivos conocedores del medio y de sus fallas, dispuestos a encontrar las causas y actuar sobre ellas. Grupos de personas, a veces sin relación previa entre ellas, que se alinean en torno a un objetivo transformador con la intención de mejorar la Vida. Un objetivo dirigido a sostener un planeta rico y a la vez herido, esperamos que todavía no de muerte, que necesita ser querido y al que necesitamos escuchar y querer, para que deje de quejarse en forma de tormentas, de pandemias, de olas de calor…

Necesitamos escuchar, entender y actuar. Actuar creando un sustrato orgánico sobre el que sembrar esas semillas transformadoras que nacen en forma de emprendimiento social y que muchas veces precisan de elementos externos de apoyo para su fecundación.

El colectivo de entidades y personas que formamos parte de las finanzas éticas, alternativas y ciudadanas, comprometidas con la economía social y solidaria, entendemos que somos nosotras, las personas, quienes, desde una posición soberana y autogestionada, hemos de corrresponsabilizarnos con estos proyectos de emprendimientos sociales transformadores, y poner a disposición de las personas que los desarrollan recursos económicos que les permitan desplegarlos y transformar así la realidad del mundo en el que vivimos.

Por esto, en el ecosistema de organizaciones de finanzas éticas, existe una constelación de entidades (en España estamos organizados en una red que agrupa a una veintena de entidades) que utilizamos parte de nuestro dinero ocioso para acompañar, con microfinanciaciones y ayudas retornables, a proyectos alineados con esta visión transformadora y promovidos por colectivos de personas que piensan fuera de la caja y creen que sí, que es posible otro mundo más justo, equitativo y sostenible.

Somos organizaciones que constituimos fondos rotatorios de préstamos mutualizados sin interés para la promoción de los valores y principios de la economía social, el desarrollo de acciones solidarias y la cooperación, en el marco de la actividad no bancaria de las finanzas éticas, para la financiación de proyectos y emprendimientos sociales de transformación. De esta manera, perseguimos fines como apoyar el emprendimiento social, el autoempleo y la generación de proyectos y entidades que fomenten unas relaciones económicas más humanas, justas y solidarias. Del mismo modo, apostamos por crear y desarrollar útiles financieros éticos, no bancarios y alternativos que apoyen el desarrollo de la economía social de transformación, la autogestión y la inclusión social, permitiendo el acceso al capital a través de ayudas y/o participación financiera en propuestas socialmente viables.

Queremos agradecer a la Escuela de Economía Social las constantes invitaciones a nuestras organizaciones de finanzas éticas, alternativas y ciudadanas para colaborar en los actos que organiza y así tener la oportunidad de compartir con la sociedad civil conocimientos críticos constructivos sobre el sistema financiero mundial, sus impactos en la sociedad y en el medioambiente y las distintas maneras en que un proyecto de economía social y solidaria se puede financiar teniendo en cuenta los principios de las finanzas éticas, así como la construcción de una economía que ponga a las personas por delante de las rentas del capital, que se base en la soberanía ciudadana, el mutualismo y el valor del trabajo cooperativo y que nos empuje hacia una transformación social encaminada a conformar una economía más cívica y solidaria.

Tú también puedes ser parte de este camino de transformación. Cuantas más socias, ya seamos personas o entidades, aportemos fondos para apoyar a este tipo de proyectos, mayor será el impacto de aquello por lo que trabajamos. Éste es el modo que proponemos para contar con recursos económicos e igualmente de acompañamiento y tutelaje como elementos fertilizadores de ese sustrato en el que sembrar esa semilla que tienes lista.

Fonredess: Otra economía es posible, las personas primero.

Hablemos y encontrémonos.

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Photo byJavier Allegue Barros (@soymeraki) | Unsplash Photo Community  

Esta entrada ha sido realizada en el marco del proyecto  Estudio sobre finanzas éticas y alternativas y su vinculación con las empresas y organizaciones de la Economía Social  financiado por la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo de la Junta de Andalucía.

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