Pax – Patios de la Axerquía es una iniciativa dedicada a incentivar procesos de innovación social para la regeneración urbana en ámbitos de alto valor patrimonial, desde la economía social y solidaria, como fórmula para encontrar nuevas maneras de satisfacer las necesidades habitacionales y sociales.
Pax – Patios de la Axerquía, ubicada en Córdoba, con el Premio Europeo del Patrimonio / Premio Europa Nostra 2022, el principal galardón europeo en ámbito patrimonial, es buena practica de Eurocities 2023 y colabora con la World Monuments Fund (WMF), una organización internacional privada dedicada a la salvaguarda del patrimonio cultural, que ha incluido gracias a la iniciativa los patios de la Axerquía en la lista bianual de los 25 sitios del mundo especialmente significados por combinar relevancia histórica y contar con un potencial impacto social a través de su preservación.
En esta entrevista, Gaia Redaelli, cofundadora de Pax- Patios de la Axerquía y María José Martínez, socia de PAX Astronautas, uno de las cooperativas creadas en el marco del proyecto, nos hablan sobre esta iniciativa colectiva, pionera e innovadora y su contribución al impulso para el acceso a la vivienda con cooperativas habitacionales que recuperan esa vida comunitaria y la puesta en valor de la arquitectura del casco histórico de Córdoba.
¿Cómo nació la iniciativa PAX y Patios de la Axerquía, y en qué consiste?
GR. La iniciativa PAX patios de la Axerquía nace sobre el impulso de personas ligadas a la arquitectura y a la antropología en 2018, con el propósito de ser entidad facilitadora de procesos de regeneración urbana e innovación social en ámbitos de alto nivel patrimonial. Tenemos una vocación evidentemente de salvaguarda de estos espacios urbanos en clave anti turistificación, tanto de su tejido residencial como, en general, lo que afecta al espacio público y a todo lo que conlleva la habitabilidad de un casco histórico.
Las ciudades patrimoniales están hoy viviendo un acoso importante debido a la especulación en tema de vivienda. Si durante la burbuja la especulación era en la ciudad en expansión, hoy se da en la urbe consolidada, sobre todo de valor patrimonial, afectando no solo al derecho a la vivienda sino al derecho a la ciudad. El riesgo es la homogeneización de nuestras ciudades, el monocultivo y, sobre todo, la perdida de habitabilidad de estas zonas delicadas.
¿Qué os ha sido o está siendo lo más complicado en la creación de la red Pax-Patios de la Axerquía?
GR. La estrategia PAX patios de la AxerquÍa trabaja en Córdoba como un laboratorio urbano en el que experimentamos la iniciativa junto a varias entidades del territorio. La idea es comprobar que existe la posibilidad de una gobernanza más horizontal en las tomas de decisiones sobre el futuro de nuestra ciudad, poniendo en red la administración pública, la universidad, las entidades sociales y, sobre todo, la ciudadanía en general que, hasta la fecha, es a pesar de la crisis económica la propietaria de la mayoría de los inmuebles. Por un lado, nos proponemos contribuir al fortalecimiento de una “Comunidad patrimonial”, como la define el Consejo de Europa en la Convención de Faro que habla del valor social del patrimonio, aprobada en 2005 y ratificada por el Gobierno español en 2022.
Por otro lado, facilitamos la creación de grupos ciudadanos que quieran convivir en una casa de vecinxs, constituyéndose en cooperativa de vivienda que es una entidad de la economía social y solidaria que permite recuperar ese patrimonio material (las casas de vecinxs) a través de un patrimonio inmaterial (la ciudadanía).
A veces, se hace difícil abrir a una cultura y una consideración no especulativa de la política de vivienda, por la inercia que todavía permanece derivada de la burbuja inmobiliaria. En el ámbito urbano, la administración – pero también el sector productivo – se resisten a dejar atrás el consumo de territorio y la nueva construcción y, definitivamente como nos indica Europa, apostar por la rehabilitación, y así facilitar, aunque sea con incentivos fiscales, una Cultura de la rehabilitación en la ciudadanía. En la escala arquitectónica, es a veces arduo hacer ver a los grupos los beneficios de la economía social y solidaria, la propiedad colectiva y el derecho de uso del modelo cooperativo como medio que hemos demostrado posibilitan recuperar edificios y casas con inversiones que, por separado, ningún hogar podría afrontar. Y sobre todo permite generar Comunidad y rehabitar el centro.
¿Quiénes han sido y son los aliados en vuestro camino?
GR. PAX Patios de la Axerquía desde su creación ha ido hilando una serie de relaciones tanto a nivel local como global, por ser una estrategia que se fundamenta profundamente en lo local, en esa “polis” que es el centro de Córdoba, como en la escala global, por ser una problemática, la de la turistificación, efecto de la globalización. Lejos de ser una natural evolución de nuestras economías urbanas, según Smith la gentrificación es una estrategia urbana global.
En este sentido, PAX ha sido incorporada como miembro de la Faro Convención Network del Consejo de Europa, que nos permite coordinarnos con experiencias de gran interés a nivel paneuropeo. Es además Premio Europeo del Patrimonio/Premio Europa Nostra 2022; es buena práctica en la red europea de Eurocities en 2023 y colabora, desde 2020, con la World Monument Fund, la principal no profit que preserva el patrimonio a nivel mundial.
Pero lo más importante es sin dudas la red de relaciones a nivel local. Por un lado, desde su inicio PAX intenta involucrar la administración pública en este cambio de paradigma, siendo consciente que solo una corresponsabilidad entre lo público y lo comunitario – la economía social – puede enfrentarse con el libre mercado. Por otro lado, desde hace un par de años, se ha abierto con fuerza el canal de relación con la universidad, lo cual permite estudiar y medir nuestra acción, tanto a nivel social como ecológico en recuperar las casas de vecinas en cuanto células eco sociales. Entre las colaboraciones sin dudas más relevantes está la alianza con las asociaciones vecinales y socio culturales del casco histórico, con las que llevamos varias actuaciones juntas en pro de reconocer estos valores y optar por un consenso de todos los agentes y una actitud propositiva. De eso también deriva nuestro trabajo más bonito que es sin duda ayudar a la creación de grupos cooperativos, como es el caso del primer piloto que es la cooperativa PAX Astronautas, que ha posibilitado la recuperación de una de las casas más emblemáticas del barrio de la Axerquia, salvada a un futuro turístico gracias a la participación de la asociación, las seis familias que conforman la primera cooperativa y las propietarias anteriores que han entendido el espíritu de nuestra acción.
¿Cómo definirías la esencia y la aspiración de PAX-Patios de la Axerquía?
GR. PAX es una estrategia experimental que busca generar mecanismos de gobernanza innovadora en clave antiespeculativa en el marco de la vivienda y la ciudad. Somos conscientes de que no es fácil apostar por una mayor corresponsabilidad y transversalidad en estos temas, por la más que afirmada cultura de la especulación, ahora fortalecida por la globalización y la industria turística, pero pensamos que es nuestra obligación poner en marcha todo lo que está en nuestras manos para definitivamente dejará atrás la especulación y apostar por reconocer la ciudad y el patrimonio como bienes comunes. No se puede seguir esquilmando la ciudad histórica, porque es un bien finito, como el agua o la tierra, diría Elinor Ostrom autora de importantes estudios sobre el gobierno de los bienes comunes y premio Nobel de Economía en 2009. No sabemos si es una utopía, pero por ahora damos pasos.
En este momento, por ejemplo, estamos creando un espacio de debate y acción con las asociaciones vecinales, asociaciones culturales y la universidad, con la finalidad de rescatar los Cines de verano, una especie de casas de vecinos muy grandes, que vienen de ser huertas en plena Axerquía, por lo que son refugios de los veranos calurosos para toda la ciudadanía viendo cine. Intérprete sin saberlo de la Convención de Faro, hace tiempo Martín Cañuelo los rescató de un proceso especulativo, comprándolos en subasta, y los devolvió a su uso eco cultural. Lamentablemente, Martín falleció hace unos meses y es obligación de toda la Comunidad rescatar ese bien común que une mágicamente Cine y Ciudad, en cuatro espacios maravillosos del casco. Una Ciudad Paradiso.
¿Qué impacto social tiene PAX-Patios de la Axerquía?
GR. Una vez realizado el piloto, deseamos ahora repetir la experiencia de creación de otras cooperativas en Córdoba y, por otro lado, buscamos repetir el modelo en otras ciudades similares. El método está comprobado y su impacto social tiene varias capas. La primera es considerar la política de vivienda como algo no mercantil y volcar la economía social y solidaria en el rescate de la ciudad histórica con el modelo cooperativo, que es comunidad. La segunda es apostar por la innovación social gracias a los mecanismos decisionales, tanto a nivel urbano como arquitectónico, que buscan un modelo de ciudad mediterránea compacta y por la cohesión social que la caracteriza. Además, apostar por repoblar la ciudad histórica, con finalidad prevalentemente residencial, permite reducir el consumo de suelo y a través del reuso de los patios, revegetar la urbe mediterránea como forma de resiliencia frente al Cambio climático.
Se apuesta así por un sistema pasivo de circulación del aire que, en época de verano, es especialmente importante. Todo esto, además, ha despertado el interés de Banca ética y es fundamental de cara a tener una herramienta financiera de ámbito europeo no especulativa que apoya estos tipos de iniciativas. Acabamos de realizar un crowfunding junto con Fiare y Goteo para realizar un documentario y reconocer la realidad de una mujeres que viven solas en el casco histórico, una hecho creciente de nuestra sociedad cada vez más envejecida y solitaria, a la que PAX quiere abrir una posible sinergia con mujeres que buscan procesos de envejecimiento activo para formar una cooperativa en una casa de vecinas. El paradigma, quizás más relevante, del impacto social de PAX. También estamos en contacto ahora con entidades que se ocupan de personas sin hogar para abrir caminos posibles en los que una vivienda de una futura casa de vecinos esté a disposición de estos casos o de emergencia habitacional frente a desahucios, problemáticas que siguen presentes por el problema de la vivienda.
Hablando sobre el primer prototipo de la red, PAX-Astronautas, del que eres impulsora y socia ¿Qué vínculos hay actualmente con el proyecto Pax-Patios de la Axarquía?
MJM. Nuestra cooperativa sigue colaborando con PAX, colectivo con el que iniciamos el proyecto, para dar a conocer nuestro modelo de convivencia y de recuperación del casco histórico ante instituciones, colectivos y personas particulares. Las 6 familias que la componemos hemos desarrollado un importante camino desde 2017 hasta llegar a habitar nuestra casa-patio, en pleno barrio de San Agustín. En nuestra convivencia contamos con espacios comunitarios, realizamos actividades conjuntas y solucionamos problemas a través del diálogo propio de una cooperativa. Intentamos participar con Pax en aquellos foros en los que podemos expresar nuestra experiencia, el tipo de propiedad que tenemos (cooperativa de vivienda en régimen de cesión de uso), alejada de la especulación, nuestro contacto y red con el barrio y los pasos que hemos ido dando hasta conseguir el objetivo: rehabilitar y habitar una casa-patio. Son muchas las viviendas abandonadas en el barrio, en pleno casco histórico de Córdoba, que están al albor de los intereses turísticos. De hecho, están proliferando los pisos turísticos en los últimos años. Queremos servir de ejemplo para revitalizar el barrio con la llegada de nuevas familias.
¿Qué vocación de réplica y de visibilidad hay detrás de Pax-Astronauta para que no sea un elemento aislado de la red Pax-Patios de la Axarquía?
MJM. La vocación es plena. Estamos explicando a otros grupos interesados en desarrollar una cooperativa como la nuestra los pasos que dimos en su momento. Difundimos el proceso y los resultados en los foros en los que somos invitados. Además de la propia labor de ‘PAX-Patios de la Axerquía’.
Desde vuestra vivencia y aprendizajes durante el proceso, ¿qué cuestiones (sociales, políticas, económicas, etc.) deberían ir cambiando para que la replicabilidad del modelo pueda darse de manera más sencilla?
MJM. Entendemos que ni el sector público ni el privado están familiarizados con este tipo de iniciativas de interés social. Los ayuntamientos deben promover la constitución de cooperativas en cesión de uso para el acceso a la vivienda de personas mayores y jóvenes, incluso a través de la cesión de solares vacíos. Supone una regeneración social importante y hace asequible el derecho a la vivienda de la ciudadanía. Además de la agilización de los trámites urbanísticos e incluso la bonificación de impuestos como el ICIO (Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras).
Es también fundamental que la banca ética se acerque a los grupos interesados y sea didáctica y flexible. Que sepa adaptarse a las necesidades de cada grupo, dentro de la viabilidad del proyecto.
Las empresas constructoras, de suministros o seguros no están formadas en este tipo de propiedad. Y deben existir más asesores cercanos que ayuden a desarrollar unos estatutos adecuados y que den base y seguridad en los procesos a todos los socios de la cooperativa. En definitiva, el modelo debe ser más conocido por todos los agentes implicados en el desarrollo de un modelo de propiedad como este.
Y, por último, ¿Qué consejos daríais a otras personas que quieran emprender un proyecto transformador como el vuestro?
MJM. Llamaríamos a la paciencia y el diálogo. Es fundamental. A lo largo del proceso vamos a darnos de bruces con nuestras propias limitaciones o prejuicios ante un proyecto tan basado en la convivencia, en la acción de compartir. Hay que ser generosos y proactivos. Y aclarar cualquier duda para que el reparto de espacios, cargas y tareas sea equitativo.
También recomendaríamos que trabajaran unos estatutos claros que establezcan las características del proyecto, los procesos de entrada, salida, recuperación de lo aportado… En definitiva, establecer las reglas.
Por supuesto, confiar el proyecto a la banca ética. Nos entenderá y seguirá el espíritu de la cooperativa. Además de buscar una empresa constructora, ya sea rehabilitación u obra nueva, local y cercana. Con la que exista una vía directa de comunicación.
Por otra parte, establecer una buena comunicación para la convivencia y repartir responsabilidades dentro de la cooperativa. Hay que repartir el trabajo entre todos, algo que contribuye a alimentar el buen ambiente dentro del grupo.
Finalmente, aconsejaríamos apostar por una casa «abierta», que cree redes con el barrio y sus agentes sociales. Y donde unos se apoyen en los otros como «tribu», en una comunidad de verdadero apoyo mutuo. Es uno de los grandes beneficios de proyectos como este, que también damos a conocer en la medida de nuestras posibilidades para que otras personas se animen a llevarlo a cabo.
Emprendimiento Colectivo ha publicado esta entrevista con el permiso de las entrevistadas mediante una licencia de Creative Commons.
