El hackathon es una metodología colaborativa de diseño que se enfrenta a unas limitaciones y desafíos. Por lo general la baja aplicación y abandono de los resultados dificulta al proceso crear un proyecto real y viable. A pesar de ello casi siempre parecen un éxito. Veamos.
Desde la Escuela de Economía Social y con motivo de la Academia del Emprendimiento, queremos facilitar a las organizaciones y empresas de economía social un espacio de encuentro, reflexión y aprendizaje mutuo. Un momento para pararnos y tomar perspectiva sobre los desafíos que tenemos por delante. Por ello y como inspiración queremos hablar de una acción colectiva muy popular y con aptitud emprendedora: los hackathones.
Hackathon es el nombre usado en determinados grupos (normalmente ligados a la informática) para nombrar un encuentro de desarrolladores con la meta de programar software de forma colaborativa e innovadora con un planteamiento positivo y en un tiempo determinado.
Desde el mundo del software la fórmula colaborativa de los hackathones se ha ampliado a muchos otros sectores y industrias debido a su flexibilidad en las temáticas, en los participantes y sus perfiles, en las finalidades.
Es una fórmula bastante en boga, por ejemplo, para diseñar proyectos de emprendimiento o de innovación social, pero también se puede aplicar con un matiz de gamificación, de competición, de formación o captación de talento…
Los hackáthones son un caldo de cultivo para generar ideas innovadoras en un breve espacio de tiempo y con unos costes relativos bajos, permiten el intercambio directo de habilidades y conocimiento y funcionan como una forma de promoción de talento.
Parece contrastado que una de las mayores motivaciones para los participantes es la implicación en la creación colectiva de un fin técnico.
Sin embargo, también hay evidencias de los obstáculos y limitaciones que esta fórmula encuentra en la práctica. Por ejemplo:
–Falta difusión y atracción efectiva. En muchas ocasiones los hackathones son capaces de congregar multitud de personas que acuden al encuentro como visitantes u observadores pero no necesariamente como participantes.
-Carencia de competencias en ámbitos multidisciplinarios. En ocasiones no son capaces de atraer a la suficiente diversidad de especialistas en diferentes áreas (comunicación, diseño, modelos de negocios, etc.)
–Insuficiente liderazgo y gobernanza en los procesos, que provoca ideas poco claras de lo qué se quiere hacer y de cómo conseguirlo.
-Escasez de medios técnicos.
-Y, en nuestra opinión, el más importante, la falta de continuidad. En muchas ocasiones no se acaban implementando los resultados, quedándose los esfuerzos en una parte inicial de la idea y no transformándose en un proyecto real y viable.
Los hackathones, así como muchos procesos de co-creación, innovación colaborativa o emprendimiento colectivo, necesitan de un diseño y de una metodología adecuados, pero también de voluntad, perseverancia y de una estrategia rigurosa de ejecución para pasar de los post-it a la realidad, o como recita el lema de nuestra Academia de Emprendimiento en Economía Social, de la retórica a los hechos.
En la Academia ofreceremos dos talleres que ofrecen perspectivas complementarias y que acuden a parte de estos retos:
-Inteligencia Colectiva, con Amalio Rey
-Modelos de Negocio colaborativos, con José Antonio de Miguel.
La inscripción es libre y gratuita, previo registro en este enlace.
Puedes consultar el programa completo aquí. Plazas limitadas.
Foto de Alan Dawson on Wikimania hackathon