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El pasado 28 de marzo, realizamos un taller en el colegio Ciudad de Linares con un grupo de docentes jienenses de centros cooperativos de la red de Aces Andalucía, caracterizados por su implicación y deseo de profundizar en la identidad cooperativa.

El objetivo de la jornada era entrenar la construcción de un proyecto cooperativo, paso por paso, utilizando las herramientas que ofrece el portal Cooplab  (www.cooplab.eu) para que luego cada docente las pueda implementar y adaptar a su realidad.

Queremos agradecer a todos los participantes la acogida que nos reservaron y su trabajo intenso y muy colaborativo a lo largo del día que hemos compartido.

La riqueza y diversidad del grupo asistente, compuesto por profesorado, miembros de Equipos Directivos e incluso de Consejos Rectores de cooperativas de enseñanza,  sirvió también para constatar la versatilidad que ofrece Cooplab tanto en el aula, como en el desarrollo de las funciones de equipos directivos pedagógicos y societarios; mucho más cuando se trata de centros educativos de ACES Andalucía en los que la identidad cooperativa debe estar siempre patente en cualquier proyecto que acometamos. Es lo que nos hace ser lo que somos. Lo que nos diferencia de otro tipo de modelo de escuela, sea estatal o privada.

Pero ¿por dónde empezar?

La jornada nos resultó muy útil para profundizar en la reflexión sobre los obstáculos que se suelen interponer entre el docente y su deseo de emprender nuevas rutas metodológicas basadas en proyectos y en metodologías participativas.

¿Qué lastres habrá de ir tirando por la borda cada profesor y profesora hasta conseguir navegar con la liviandad suficiente?

Os proponemos algunos que han emergido en el taller.

  1. La soledad

 “El primer momento en el que me encuentro sola en mi mesa de trabajo y no sé tan siquiera cómo iniciarlo”.  

Esta sensación de soledad es muy recurrente y es la que más paraliza: el temor a no ser comprendido y/o apoyado por tus compañeros, el comentario indirecto que refleja el recelo a que alguien destaque o se diferencie del resto del grupo.

Es fundamental que el compromiso para adoptar metodologías participativas basadas en proyectos no se quede en la iniciativa de unos pocos, sino que sea adoptado por todo el equipo docente. Eso refuerza la motivación, el intercambio y el aprendizaje mutuo y ofrece mayor respaldo y confianza a la hora de emprender nuevos proyectos.

  1. La burocracia y sus exigencias.

Las exigencias de documentación por parte de la administración, con más frecuencia de la deseada, en lugar de estimularnos a perseguir y practicar un aprendizaje real por competencias como marca la ley, es percibida como un obstáculo que reduce el escaso tiempo de que disponen los docentes para programar y llevar a cabo acciones y actividades que conlleven un aprendizaje significativo en su alumnado.

La documentación y justificación de las actividades son esenciales en la práctica de nuestros centros, pero no tienen que ocupar todo el espacio y ser pretexto para perder de vista el “para qué” de nuestra acción educativa. Necesitamos más y mejores estrategias para poder gestionar los aspectos administrativos sin perjudicar aquellos educativos.

  1. El miedo a alejarse del “libro de texto”

A menudo percibimos el libro de texto más como un corsé al que ceñirse de principio a fin que como un recurso que nos proporciona información, actividades, facilita la consulta y ayuda a construir el pensamiento. Esto nos lleva a adoptar la óptica que realizar proyectos de aprendizaje quita tiempo al curriculum y a mantener el libro de texto como único verdadero protagonista del trabajo diario.

  1. El apoyo de los equipos directivos

Los equipos directivos también pueden entorpecer el proceso de cambio por temor a salir de la ‘zona de confort’ y del tan escuchado ‘esto siempre se ha hecho así’.  Para establecer un clima de trabajo positivo en el conjunto de equipo docente, sus directivos deben sopesar los inconvenientes que suponen los agravios comparativos y el gran perjuicio que se origina cuando no todo el profesorado rema en el sentido de la marcha de los tiempos que corren. Deben favorecer espacios y tiempos para que aquellos que emprendan innovaciones se vean recompensados y reconocidos. Y lo que todo profesor innovador siempre reclamará no es otra cosa que tiempo y formación.  No está reclamando nada para sí, si no para ser mejor docente.

  1. Las familias

Otro obstáculo en nuestra ruta hacia la innovación es la falta de comprensión de lo que estamos haciendo por parte de las familias. Entendemos que un buen docente siempre debe tener una fluida y continua comunicación con sus alumnos y sus familias, pero esto se hace del todo imprescindible cuando introducimos cambios metodológicos. La información debe durar en el tiempo y, sobre todo al principio, ser muy frecuente y periódica. Su objetivo es  tranquilizar y explicar con argumentos. Hay que explicar, en primer lugar, qué queremos que aprendan sus hijos e hijas con esta propuesta, cómo lo vamos a hacer, qué les vamos a exigir y qué respuesta esperamos de ellos. Si, además, implicamos a las familias en actividades para que vean al grupo y a nosotros actuar, serán incondicionales defensoras de nuestra práctica docente.

Para afrontar bien todo este proceso transformador, no sólo es necesaria una formación a nivel teórico sino que también consideramos clave la puesta en marcha de programas y cauces formativos de carácter más práctico en los que se comparta realmente la esencia del proceso de un proyecto tanto a nivel de aula, como en relación al cambio del rol docente que este enfoque educativo conlleva.

El Modelo Educativo Cooperativo proporciona una mayor comprensión, motivación y participación en el proceso de aprendizaje, consecuencia directa de  un aprendizaje concebido como un proceso constructivo y no receptivo: durante el aprendizaje autodirigido, los alumnos y alumnas trabajan en equipo, discuten, argumentan y evalúan constantemente aquello que aprenden. Eso les permite enfrentarse a problemas reales, con un nivel de dificultad y complejidad similares a los que se encontrarán también en el futuro en su práctica profesional y personal.

 

Esta entrada está realizada en el marco del proyecto: «Promoción de la economía social entre la población estudiantil de Andalucía a través de una plataforma web innovadora» financiado por la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo.

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