Coincidiendo con la clausura del último XXVIII Diplomado en Dirección de Empresas y Organizaciones de Economía Social y Solidaria, tuvimos la oportunidad de entrevistar al director general de Economía Social y Solidaria del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social de Costa Rica, Mario Durán; que además ha sido uno de los participantes de dicha edición del programa.
Durán ha resaltado que “1.5 millones de habitantes de Costa Rica se encuentran involucradas en el ámbito de la economía social, representado así más del 30€ de la población del país”. En dicho encuentro con el dirigente, hemos tratado temas muy diversos como la situación actual de la ES en el país centroamericano, los próximos objetivos del Ministerio de Trabajo o la relación entre el Ministerio de Costa Rica y España, entre otros asuntos muy interesantes.
Para dar inicio a la entrevista, me gustaría que hiciera un breve análisis general de la situación actual de la economía social y solidaria en Costa Rica.
Es cierto que la economía social en Costa Rica es un movimiento relativamente reciente bajo esa denominación, con aproximadamente diez años de existencia. Sin embargo, algunas de sus figuras jurídicas han sido muy fuertes desde hace décadas, como el cooperativismo, entre otras.
Contamos con un decreto ejecutivo que define la economía social y una política pública en la materia, la cual estamos en proceso de actualizar este año con el objetivo de fortalecer y posicionar aún más este modelo. Para ello, hemos organizado ferias de economía social y otras iniciativas para visibilizar su impacto.
Uno de los principales desafíos ha sido que no todas las figuras jurídicas dentro de la economía social se han reconocido a sí mismas como parte de este sector. Por ello, el año pasado, con el apoyo de la CEPAL, iniciamos un proceso para la creación de un Observatorio de Economía Social. Este observatorio nos permitirá dimensionar su impacto en Costa Rica, contabilizando el número de organizaciones y sus miembros.
Algunos datos preliminares indican que casi 1.5 millones de personas en Costa Rica están asociadas a una organización de economía social. Dado que la población del país es de aproximadamente 5 millones de habitantes, esto significa que más del 30% de los costarricenses forman parte de este sector, aunque a veces no sean conscientes de ello.
Nuestro esfuerzo se ha centrado en visibilizar y medir la economía social, porque, como solemos decir, lo que no se mide, no existe. En esta línea, hemos avanzado significativamente para fortalecer y consolidar este modelo en el país.
Es maravilloso lo que mencionas. Aunque la economía social es un fenómeno relativamente reciente en Costa Rica, el hecho de que un gran porcentaje de la población forme parte de este sector es realmente significativo. Me gustaría saber, ¿en qué sectores se desarrolla principalmente la economía social en el país y cómo impacta en cada uno de ellos?
Existen diversos sectores dentro de la economía social, entre los más tradicionales se encuentran el agroindustrial, el ahorro y crédito, entre otros. En Costa Rica, la economía social está definida mediante un decreto que establece las figuras jurídicas específicas dentro de este modelo.
Entre estas figuras se encuentran las cooperativas y las asociaciones solidaristas, una estructura propia de Costa Rica creada hace varias décadas. También están las ASADAS, que son acueductos y alcantarillados comunales, otra figura exclusiva del país. Además, contamos con los centros agrícolas cantonales, conformados por agricultores y ganaderos que se organizan en su cantón para desarrollar objetivos comunes.
Otras figuras dentro de la economía social incluyen las sociedades anónimas laborales, que también existen en España, así como fundaciones, asociaciones de desarrollo y las asociaciones regidas por la Ley 218. Esta última normativa busca garantizar que dichas asociaciones cumplan con los principios fundamentales de la economía social, asegurando que no sean organizaciones con fines de lucro, sino que prioricen valores solidarios y un enfoque centrado en las personas.
Con la amplia variedad de sectores que conforman la economía social, sabemos que existen problemas emergentes y preocupantes tanto en España como en Costa Rica, tales como la exclusión financiera y social, el acceso a la vivienda y los desafíos medioambientales. Ante estas dificultades, ¿cómo se plantea la economía social como una solución efectiva?
Como mencionaba anteriormente, existen diferentes tipos de figuras dentro de la economía social, cada una orientada a distintas necesidades. Algunas están enfocadas en el acceso al financiamiento, mientras que otras se centran en el acceso a la vivienda.
Sin embargo, todas comparten los valores fundamentales de la economía social: cooperación, democracia y, sobre todo, un enfoque centrado en las personas, priorizando su bienestar por encima del mercado o la rentabilidad del servicio que se brinda.
Para atender a las diversas necesidades existentes, contamos con distintas figuras jurídicas. Dentro de una misma categoría, como las cooperativas, encontramos cooperativas de ahorro y crédito, agroindustriales y de autogestión, que en este contexto equivaldrían a las cooperativas de trabajo.
En definitiva, la Economía Social es un sector muy diverso, pero con un propósito común: mantener los mismos valores y enfoques para responder de manera efectiva a las necesidades de las personas.
Por lo tanto, para abordar todos esos problemas candentes que afectan a la sociedad costarricense, desde el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, ¿cuáles son los objetivos que se plantean a medio y largo plazo?
Desde el Ministerio de Trabajo, en esta administración hemos puesto un fuerte énfasis en el tema del empleo. En Costa Rica, la tasa de desempleo era muy alta; si no recuerdo mal en 2021 y 2022 rondaba el 14%. Sin embargo, en la actualidad ha disminuido considerablemente y se encuentra en uno de los niveles más bajos de la historia, situándose en aproximadamente un 6%.
Nuestra línea de trabajo ha sido promover la economía social como una herramienta clave para la generación de empleo, especialmente empleo de calidad. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) ha señalado en diversas resoluciones que los empleos en la economía social son más estables, perdurables en el tiempo y de mayor calidad.
Un ejemplo claro de esto en nuestro país se dio durante la pandemia. Mientras muchos sectores enfrentaban despidos masivos, las empresas de economía social fueron prácticamente las únicas que no despidieron a ningún trabajador. Esto demuestra que este modelo no solo genera empleo, sino que también garantiza estabilidad y mejores condiciones laborales.
Por lo que me comenta, aunque la economía social es un ámbito tan complejo y poco conocido, parece que ha logrado calar en la población de Costa Rica. ¿Les resulta difícil llegar a los jóvenes y a la ciudadanía en general para conseguir transmitirles los valores y principios fundamentales de la economía social?
Sí, creo que ese es el principal reto. Analizando la experiencia que hemos tenido aquí en la escuela, nos damos cuenta de que el relevo generacional no es un desafío exclusivo de Costa Rica, sino que se presenta en muchos lugares.
Desde la dirección, hemos visitado numerosas organizaciones de economía social, y muchas de ellas están envejeciendo, como solemos decir. Los consejos directivos están conformados, en su mayoría, por personas mayores, y la incorporación de nuevas generaciones ha resultado difícil. Aún no tenemos una fórmula mágica para solucionar este problema, pero es evidente que la clave está en la capacitación y la promoción.
Este desafío afecta a prácticamente todas las figuras del sector, incluyendo asociaciones, cooperativas y ASADAS. Al visitar estas organizaciones, es común notar la falta de jóvenes, aunque existen iniciativas enfocadas en cooperativas juveniles y programas dirigidos a su participación. Sin embargo, el proceso de cambio ha sido lento y complejo.
Hilando con la cuestión de antes, como figura referente dentro del Ministerio, me gustaría preguntarte: ¿cuál es la vinculación actual entre el Ministerio de Trabajo de Costa Rica y el de España? Y, en tu opinión, ¿cuáles son los convenios o proyectos que deberían llevarse a cabo entre ambos países?
Sí, la relación con el Gobierno de España es muy buena. Como mencioné al inicio, España es un referente a nivel mundial en temas de economía social. En 2023, trabajamos juntos en la resolución de la ONU de abril de ese año. España fue el principal impulsor, pero Costa Rica también participó como copatrocinador junto con otros países. Además, en 2024 nos unimos a la Red Iberoamericana de Economía Social, donde España juega un papel clave. Actualmente, más de diez países colaboramos en esta red para impulsar y fortalecer conjuntamente este movimiento.
A través de la Red, recibimos apoyo de España, en gran parte mediante la Escuela de Economía Social. También hemos participado en cursos patrocinados por la AECID y organizados por la escuela. El año pasado, personas de Costa Rica asistieron a al menos tres de estos cursos anuales.
Además, hemos aprovechado la cooperación técnica que el Gobierno de España, a través de su Ministerio de Trabajo, ofrece al Ministerio de Trabajo de Costa Rica. En 2023, recibimos la visita de un funcionario español que evaluó el impacto de la política pública de economía social en nuestro país. Este año, hemos solicitado nuevamente esta cooperación, pero con un enfoque en el Observatorio de Economía Social, para mejorar la medición de su impacto en nuestra economía.
Me gustaría poder decir con certeza que la economía social representa un 10% o 13% del PIB, como se hace en España, pero actualmente, con la información disponible, es difícil. Sin embargo, dado que España ya ha logrado este tipo de medición, hemos solicitado apoyo para avanzar en esa dirección. Veremos cómo nos va este año con esta cooperación.
Seguro que con esta progresión todo eso llegará. Entonces, dado que mencionas la excelente vinculación con el Ministerio de España, ¿con qué con otros gobiernos tenéis buena relación y qué proyectos se están desarrollando con otras naciones?
Considero que la Red Iberoamericana de Economía Social ha sido fundamental. Nos ha ayudado a los países a integrarnos y a trabajar por objetivos comunes. A través de ella, hemos logrado crear una verdadera red de apoyo con otros países iberoamericanos, y no solo con España.
Dentro de la Red, México desempeña un papel clave de liderazgo, al igual que países como Colombia, Chile, Paraguay, Guatemala y Brasil. En definitiva, la Red ha sido una herramienta sumamente importante para fortalecer la cooperación en la región.
El año pasado, organizamos un foro a través de la Red que resultó muy exitoso. Contó con la participación de expertos de organismos como la ONU y la OCDE, quienes compartieron información valiosa para el sector.
Creo que uno de los principales beneficios de la Red ha sido permitirnos conocer de primera mano la experiencia de otros países de la región. En ocasiones, resulta difícil adaptar experiencias de países con realidades muy distintas a las nuestras, por lo que contar con referencias más cercanas facilita mucho el proceso de aprendizaje y aplicación.
Para no robarle más tiempo, tras la clausura del Diplomado. Me gustaría que nos compartiera un breve resumen de cómo han sido estas dos semanas que ha pasado en Andalucía, y ¿qué conocimientos sientes que has adquirido y que podrías llevar y aplicarlos en su país?
Sí, creo que el diplomado ha sido muy provechoso, no solo por la calidad de los profesores y la información proporcionada por la escuela, que ha sido fundamental, sino también por la experiencia compartida con los compañeros.
Aquí tenemos compañeros de otros países, y las dinámicas del curso nos han permitido comprender mejor sus experiencias, conocer cómo están abordando ciertos temas, en qué aspectos pueden mejorar y en qué podemos mejorar nosotros. Esto ha sido realmente enriquecedor.
Además, las visitas de campo han sido un elemento clave. No es lo mismo revisar todo en documentos y aulas que vivir la experiencia en primera persona. En Andalucía, por ejemplo, hemos podido observar el impacto real de las organizaciones de economía social en las comunidades, lo que ha resultado sumamente valioso.
Estoy convencido de que todos los que hemos participado en este diplomado nos llevamos una gran cantidad de conocimientos que esperamos implementar y compartir en nuestros países.
Emprendimiento Colectivo ha publicado esta entrevista con el permiso del entrevistado mediante una licencia de Creative Commons.
