Cuando un docente con su grupo de estudiantes acometen un proyecto cooperativo, casi siempre lo primero que suelen decidir es cuál va a ser el tema del proyecto. Para seleccionarlo acuden a la tradicional y casi milagrosa “Tormenta de ideas” o “Brainstorming” – que es lo mismo, pero dicho en inglés parece como más innovador ¿no?
La herramienta es buena, claro, pero como el bagaje del alumnado, y casi también el del docente-guía, es limitado, debido en gran medida a la poca atención prestada a creatividad a lo largo y ancho de las distintas etapas educativas, comúnmente, las ideas que surgen son las habituales y ya muy manidas, interesan sólo a una parte de los integrantes del grupo o son originales y atractivas a primera vista, pero se desconoce si van a soportar todo el paso del tiempo que va a durar el proyecto como un eje motivador y vertebrador.
Cooplab, en su paso 1 “Identificar un proyecto cooperativo”, propone no elegir el objeto del proyecto precipitadamente; será conveniente dedicarle las sesiones que sean necesarias hasta que el grupo se sienta plenamente satisfecho de la elección: eso va a repercutir positivamente en todo el proceso y en el resultado final del trabajo. Incluso, cuando ya esté en marcha, debe ser revisado y, si es preciso, darle un giro o cambiarlo. No pasa nada.
¿Por dónde empezar? “Sueña a lo grande”, esa es nuestra apuesta ganadora. ¿Qué os hace sentir feliz? ¿Qué os apasiona? ¿En qué destacáis? Esa sería la primera reflexión que se debe plantear. Imaginar y soñar sin cortapisas para conseguir la mejor y más apasionante idea de proyecto cooperativo.
Aquí podéis ver un vídeo muy recomendable para este momento titulado “Los sueños y metas según Walt Disney”. En él se destacan las cuatro “C” palabras claves para lograr el éxito en un proyecto: curiosidad, confianza, coraje, constancia.
En segundo lugar, hay que encontrar en equipo la motivación y la profundidad del para qué nos adentramos en un proyecto cooperativo como: aprender mientras realizamos un servicio a los demás, sentir que en nuestro centro educativo se escucha nuestra voz, mejorar o cambiar lo que siempre hemos criticado que no funcionaba, dejar una huella al dejar nuestra escuela… Es lo que se llama “Tópico generativo”.
Para ahondar en el proceso creativo y emprendedor, los participantes deben comprender que el entrenamiento aumenta la creatividad.
Buscar inspiración en los grandes profesionales de la creatividad: María Batet, Ismael Pantaleón de “Ideas Infinitas” o el portal web de “Neuronilla” nos van a facilitar numerosas dinámicas y herramientas muy útiles y fáciles de llevar a cabo. Entre ellas escogeremos las que más se adaptan a nuestras características, tiempo disponible, nivel de dificultad… Asimismo en el blog de Roser Batlle y en la web de la Red Española de Aprendizaje y Servicio encontraremos una amplia gama de buenos proyectos que pueden sugerirnos nuevas ideas. Ahí acudiremos, una vez que nos hayamos decidido por el nuestro, para completarlo y redondearlo con otras ideas, no antes, para no coartar nuestra creatividad.
Y, por supuesto, Cooplab os va a orientar detalladamente a identificar vuestro “Proyecto Cooperativo”. Cuando despleguéis el Paso 1 en la pestaña de “Start to coop” vais a encontrar, en primer lugar, la guía del facilitador que paso a paso os va a sugerir cómo trabajar los Valores y Principios Cooperativos, la elección del proyecto con actividades bien planificadas, recursos audiovisuales, plantillas imprimibles, resumen de aprendizajes para evaluar los avances conseguidos…. Todo lo necesario para que os sintáis acompañados en todo el proceso y podáis contar con un hilo conductor.
Súmate al viaje y descubre más en www.cooplab.eu/es
La imagen «Barinstorming» es creada por Chanut is Industries desde Noun Project
Esta entrada es realizada en el marco del proyecto: «Promoción de la economía social entre la población estudiantil de Andalucía a través de una plataforma web innovadora» financiado por la Consejería de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo.