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No os decimos nada nuevo si os comentamos que vivimos en un mundo líquido, caracterizado por lo que los americanos llaman ‘entornos V.U.C.A.’, acrónimo inglés de Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo.

Así, nuestro mundo se caracteriza por la volatilidad de las cosas (donde la caducidad de casi todo, cada vez, en más ocasiones es más prematura de lo que desearíamos), por la incertidumbre (no sabemos lo que va a pasar, y se suceden velozmente acontecimientos que no deja de parecernos sorprendentes), por la complejidad (jamás ha existido tanta interconexión, tanta globalidad), y por la ambigüedad (todo lo anterior hace que las mismas variables puedan dar resultados distintos, hemos perdido previsibilidad).

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En este contexto… ¿Qué retos se afrontan actualmente en el ejercicio del liderazgo y la gestión de las organizaciones?

Esta es una de las preguntas que ha inspirado el Programa de Dirección de la Innovación de la Escuela de Economía Social, que comenzaremos en unos días.

Lo que nos queda claro es que depender de prácticas tradicionales en el ejercicio del liderazgo puede resultar siendo cuento menos temerario y contraproducente… para la organización, para las personas que la integran y para los propios gestores.

Si consideramos el contexto VUCA que acabamos de describir y que caracteriza al océano en el que navegan las organizaciones, nos damos cuenta que: hemos perdido capacidad de anticipación (algo muy valorado hasta ahora en el liderazgo); es imposible ‘tener una respuesta permanente para todo’ (porque el conocimiento y los acontecimientos fluctúan incesantemente), y ya no basta con tener carisma, conocimientos y habilidades, e ignorar el impacto de los estados de ánimos y de las emociones en la gestión de un proyecto.

Entonces, ¿Qué hacemos? ¿Cómo lo hacemos?

En el Programa de Dirección de la Innovación que pondremos en marcha dentro de unas semanas, y que tiene como objetivo el diseño y la implementación de innovaciones estratégicas en una organización, desarrollaremos una serie de herramientas prácticas orientadas a responder a estos grandes dilemas.

Entre las estrategias que desarrollaremos, en su primer módulo, están las relativas al Liderazgo, y que tendrán que ver con:

  1. Liderazgo sostenible, para la organización, sus participantes y el líder. Conciliando, como dice Eugenio Moliní, la lógica de las organizaciones (búsqueda de la mayor eficacia posible en la consecución de sus objetivos) con la lógica de las personas (buscar la felicidad, comprometernos con tareas que tengan sentido para nosotros). 
  1. Asumir la responsabilidad, entendida como “respons + abilidad”, la habilidad de respuesta, que hoy en día no tiene que ver con ‘tener una respuesta para todo’, sino con gestionar el conocimiento, las alternativas y los recursos…
  1. Pasar de la “gestión por objetivos” a la “gestión por subjetivos”, de la fiscalización y la gestión del miedo, a la gestión del talento de cada uno. Lo que implica el desarrollar un repertorio de liderazgo…
    1. A quien quiera y pueda… facilítale la vida, provéelo de recursos,
    2. A quien quiera y no pueda… instrúyelo
    3. A quien no quiera y no pueda… dirígelo
    4. A quien no quiera y pueda… capitalízalo, dale un proyecto
  1. Generar confianza, dando seguridad, siendo previsible en lo importante. El líder absorbe incertidumbre. En un contexto tan dinámico la seguridad es un valor… y genera confianza, que es la llave del compromiso y de la activación del talento.

Y, sobre todo, dar a la organización flexibilidad y capacidad de respuesta, aprovechando el talento colectivo, a través de modelos efectivos de participación que también serán desarrollados en este Programa.

¿¿Te animas a afrontar el reto con nosotros??

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