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Y llegamos al último paso de la secuencia iterativa para validar un emprendimiento colectivo: analizar los aprendizajes validados y decidir acerca de las acciones futuras.

El momento del análisis para la toma de decisiones es un momento delicado y crítico para muchos equipos emprendedores: por muy riguroso que haya sido el proceso de validación y medición siempre existe un margen de incertidumbre y riesgo empresarial que hay que enfrentar. El objetivo de aplicar correctamente la secuencia es llegar a tomar decisiones sobre la base de una mejor información y un mayor conocimiento de la realidad, aunque no sea garantía de tomar decisiones seguras al 100%.

En la mayoría de los casos, los aprendizajes validados nos indican nuevas y diversas posibilidades y opciones para seguir buscando un Modelo de Negocio viable y replicable: toca a los equipos emprendedores analizar cuáles de estas opciones son las más estratégicas, las más viables y las más realistas.

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En algunos casos se tratará de experimentar con ajustes a diferentes elementos del Modelo de Negocio, afinando sus elementos en base a los aprendizajes logrados en el proceso para volver a repetir la secuencia: formular las nuevas hipótesis, validarlas, medir los resultados y volver a tomar decisiones en base a ellos.

En otras ocasiones será necesario dar un giro mucho más radical al modelo de negocio, lo que se llama un pivote, cambiando radicalmente sus hipótesis y sus elementos, para luego volver a validarlos a través de la secuencia iterativa.

En nuestro caso un ejemplo de pivote sería transformar nuestra propuesta de valor en una aplicación móvil donde las personas que coinciden en un mismo vuelo puedan ponerse en contacto para compartir el coche de una de ellas o tomar conjuntamente un taxi: el modelo de negocio cambiaría completamente y una vez más, deberemos volver a aplicar la secuencia iterativa: formular hipótesis, validarlas, medir y aprender.

En otros casos el proceso puede llevarnos a la decisión de no seguir adelante con este proyecto de emprendimiento e intentar algo completamente diferente.

La buena noticia es que descubriremos que en cada iteración el proceso será más ágil y más efectivo, porque nuestro conocimiento acerca del mercado y de nuestros potenciales clientes mejorará y nos permitirá tomar decisiones más afinadas y más rápidas.

Todos los pivotes requieren mucho valor y una gran honestidad por parte del equipo emprendedor para poder despegarse de su ‘idea’ y de su ‘visión’: sin embargo, cuando son decididos a tiempo, permiten un ahorro vital en tiempo y recursos, y pueden representar la antesala del éxito.

La secuencia iterativa que hemos ilustrado en estas tres entradas del blog representa un procedimiento integrado en el servicio de coaching empresarial y asegura a nuestros emprendimientos colectivos tres ventajas fundamentales:

  1. Tomar las decisiones sobre una base más objetiva y racional, incrementando su conocimiento del mercado a través de hechos comprobados directamente.
  2. Hacerlo de forma rápida y barata, reduciendo al mínimo las potenciales pérdidas en términos económicos, relacionales y personales.
  3. Aprender realmente de sus ensayos, aceptando los errores y fracasos como parte integrante del proceso de emprendimiento y manteniéndolos bajo el control del equipo.

[1] Steve Blank y Bob Dorf (2013)  El Manual del Emprendedor,  Ediciones Gestión 2000.

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